lunes, 1 de junio de 2020

Los nombres del mundo VI. La corriente de Humboldt.

Saludos a todos los lectores del blog, desde cualquier país que leáis.
Este mes de mayo voy a hacer una entrada sencilla, todo lo que me permite el exceso de teletrabajo durante este estado de alarma en España que dura ya casi tres meses...


Hace algún tiempo traté el tema del origen de los nombres de los archipiélagos, islas y otros accidentes geográficos del Pacífico, incluido el propio nombre del océano Pacífico. Hoy quiero centrarme en uno: la corriente de Humboldt. Se trata como sabréis, de una corriente de agua oceánica fría que emerge frente a la costa chilena  y se desplaza hacia el norte hasta el ecuador, en donde cambia de dirección, hacia el oeste, al toparse con corrientes que bajan de norte a sur. 



Alexander von Humboldt, que es de quien recibe el nombre dicha corriente, estuvo viajando por los virreinatos hispánicos desde 1799 a 1804, unos años antes de que desaparecieran como tales, y describió su naturaleza, organización social y economía.  Perteneciente a una familia aristocrática muy rica, pudo dedicar su vida a viajar, a la observación y al desarrollo de sus ideas sobre la ciencia.  Escribió en total 30 volúmenes en treinta años sobre las zonas que había recorrido en el continente americano. Humboldt introdujo nomenclatura nueva en las disciplinas de la época y trató prácticamente todos los aspectos del conocimiento: filosofía, economía, geología, fauna, flora, ingenios... Hizo también ilustraciones y mapas.


La cuestión es que doscientos años antes de que Humboldt viajara allí, hubo una serie de españoles que ya habían descrito los cielos que se contemplaban desde aquel hemisferio, los climas, la influencia del mar y de los vientos, la fauna, la flora, los minerales; se habían preguntado por el origen de los pobladores de aquellas tierras, se habían interesado por sus lenguas y por los contrastes de diversos tipos que presentaban aquellas tierras respecto al mundo que hasta entonces se había conocido. Entre ellos se encuentra José de Acosta.


 Evidentemente la metodología y los avances científicos y técnicos varían muchísimo de la época de José de Acosta, a la de Humboldt. En los casi doscientos años de diferencia entre las vidas de ambos se había producido la revolución industrial. José de Acosta era un humilde jesuita con muchísimas obligaciones. Humboldt, un heredero millonario prusiano criado en un castillo. Pero esto simplemente lo que hace es más meritorio a Acosta.



José de Acosta  viajó a Perú en la segunda mitad del siglo XVI, cuando apenas se había explorado más allá del Estrecho de Magallanes, ni se había cartografiado América entera. Las obras que escribió destilan admiración y un interés intensísimo por todo lo que observaba. No se limita a describir, también compara su experiencia con las  teorías aristotélicas que se habían venido aceptando durante la Edad Media a cerca de los elementos que componían el mundo y como tenían que estar organizados. Le da una importancia capital a la observación y a la experiencia, y busca explicaciones, que a mí me han parecido bastante graciosas, para los errores de los clásicos que sus observaciones ponen de relieve. En sus obras, que escribió tanto en latín como en "vulgar" describió la fauna, la flora, tanto autóctonas como llevadas desde la Península. Describe también la minería, los vientos marinos. Esto es muy importante, porque explica las diferencias entre las brisas y los vendavales, describiendo así perfectamente la delimitación entre el área marina por la que discurre la corriente y la zona aledaña. Hace también referencia a la frialdad de las aguas del océano en Perú. Debo decir que cuesta un poco de trabajo comprender lo que explica, por las diferencias del castellano de entonces con el de ahora, y porque son cuestiones técnicas. Espero haberlo entendido bien. Aparece en el capítulo VII del libro III de su Historia natural y moral de las Indias, y he podido acceder a él a través de uno de los enlaces de la wikipedia en el que aparece citado este libro, que podéis consultar en el enlace 3. Más adelante, en alguna entrada me detendré en este libro para comentar las partes de que consta, temas que trata en detalle, curiosidades...



Pero José de Acosta no fue el único en hacer observaciones y sistematizarlas en libros conforme al saber de la época. En el enlace nº 2 podéis encontrar muy bien explicado lo que fueron los cronistas de Indias: hombres de un valor inigualable que, en tierras totalmente desconocidas, sin que existiera una disciplina científica en aquel momento, fueron capaces de describir todo tipo de fenómenos, estudiar las lenguas de los naturales y, en fin, organizar un imperio mucho más grande que el país del que ellos venían, que estuvo funcionando trescientos años en medio de continuos ataques, con un océano entre ellos y la España peninsular.  



 El propio Alexander  von Humboldt reconoció que se había basado en la obra de españoles, entre otros, de Acosta. Es decir, que Humboldt bebió de fuentes hispanas previas a él, lógicamente, porque viajó a un imperio que llevaba entonces doscientos años funcionando. Lo extraño hubiera sido que no se hubiera escrito nada ni se hubiera recopilado información.  Y que todo aquello que el propio Humboldt describe admirado hubiera salido de la nada.



No solo eso, es que en la misma época de Humboldt hubo expediciones científicas como la Expedición Botánica al Virreinato del Perú (1777-1778 de Ruiz y Pavón y la Real Expedición Botánica a Nueva España (1787-1803).  He encontrado estas dos nada más comenzar una búsqueda superficial por internet. Y hubo personajes de una gran erudición como Antonio José de Cavanilles, al que presentan como precursor del aprovechamiento de los recursos y de la economía sostenible. Me he encontrado, además, que Humboldt quiso conocer e intercambiar conocimientos con el botánico español José Celestino Mutis. Tampoco debemos olvidar la expedición de Malaspina, conocida como "Viaje científico y político alrededor del mundo" (1789-1794). Y se podría añadir a Balmis con su "Real Expedición Filantrópica de la Vacuna" (183-1806). Todo esto sin entrar en profundidades ni investigar mucho.



Es decir, que hubo muchos acontecimientos en el ámbito científico, pero parece que lo único que importa y que ha quedado para la posteridad es lo llevado a cabo por Humboldt. No es que yo quiera quitarle mérito, es que cualquier niño español que se interese por los estudios oirá hablar de Humboldt, pero no de la expedición de Malaspina, por ejemplo.


Posteriormente Humboldt visitó EEUU, en donde permaneció durante solo tres semanas, pero asombrosamente dejó una enorme huella como científico a tenor de la cantidad de condados, calles, instituciones etc. que llevan su nombre. Y ni siquiera era norteamericano, era prusiano. 


Estamos ante lo de siempre: no queda rastro a simple vista de la labor de aquellos españoles a día de hoy (da igual que hubieran nacido en la Península o en América), mientras que Humboldt, con las facilidades que daba un mundo ya cartografiado y los avances que había hecho la técnica y la ciencia, se le atribuye el mérito ex nihilo de haber descubierto la corriente que provoca los fenómenos del Niño y de la Niña, quedando oculta la inmensa labor de descripción y de investigación previa de aquellos valientes y estudiosos pioneros que él mismo reconoció. 


Me da la impresión de que no había un canal que llevara el saber, la música y los conocimientos que se producían en los virreinatos hasta Europa, posiblemente por la forma en que se habían estructurado las relaciones entre el Imperio español y potencias que competían con él. Quizás por esta falta de comunicación que me parece percibir,  cuando Humboldt puso en conocimiento de la comunidad científica sus observaciones, se ignoró cualquier aportación hispana y  a esta corriente se le puso su nombre. Está bien que se le reconozca su labor. Y estaría mejor que se les reconociera también a otros, en primer lugar por parte de la propia España, por supuesto..   

Siempre se dice que en España no hubo Ilustración. Quizás no la hubo, depende de cómo la definamos, pero hubo un enorme interés por la ciencia y la técnica, por el conocimiento,  por culturas distintas a las nuestras que, ojo, aun se conservan, no como en otros lugares del mundo. Hubo grandes aventureros, eruditos y sabios. La Hispanidad es realmente algo de lo que enorgullecerse.

Espero que os haya gustado la entrada.

Hasta pronto






Enlaces: 


  1. https://journals.openedition.org/nuevomundo/77934  artículo en el que se hace una recensión del libro de  José de Acosta Historia natural y moral de la India, escrito en 1590. El artículo está publicado en la revista Nuevo Mundo, Mundos Nuevos.
  2. http://www.ub.edu/geocrit/sn/sn-478.htm Artículo sobre José de Acosta en Scripta Nova,  Revista electrónica sobre geografía y ciencias sociales. El título del artículo es: "Referencias atmosféricas y avances para la ciencia climática en la obra de José de Acosta". Universidad de Barcelona.
  3. https://kuprienko.info/jose-de-acosta-historia-natural-y-moral-de-las-indias-parte-1/