miércoles, 5 de mayo de 2021

Una propuesta para humillar a España II

Saludos a todos los lectores de esta entrada.


Esta es la segunda parte de la entrada titulada "Una propuesta para humillar a España". En relación a lo ya publicado sobre el panfleto con el mismo nombre, Una propuesta para humillar a España, recordaréis que se trata de un documento redactado en 1711 por una persona desconocida, que cae en manos de un tal J. Roberts que lo guarda varias décadas y, ya fallecido su autor, decide publicarlo en Londres en 1739, espoleado por el comienzo de la Guerra del Asiento entre el Imperio español y Gran  Bretaña. Siempre, claro, que demos por cierto lo que se dice en el prólogo de este opúsculo. El panfleto consta de tres partes: La Propuesta de autor anónimo, el prólogo y, por último, unos comentarios que tratan de demostrar la vigencia del escrito en el momento de su publicación. Tanto el prólogo como los comentarios que siguen a la Propuesta son de la persona que decidió publicarla. 

Para entrar en materia, recordemos que lo que plantea la Propuesta es, concretamente, que ya que los mineros que trabajan en Potosí necesitan tomar mate procedente de Paraguay (Paragua lo llaman en el texto) para reponerse de los problemas que causa el trabajo en las minas, y que Perú se abastece de productos tales como animales de tiro y carne del Río de la Plata, los británicos deben hacerse con el control de esta zona para ser ellos los que impongan las condiciones del comercio y poder así obtener más beneficios.  También propone utilizar una ruta distinta a la que venía usando el Imperio español a través de Panamá y luego por el Pacífico, de manera que los barcos lleguen de Europa o de África (cargados de esclavos) al Río de la Plata.

Había quedado por ver la tercera parte, es decir, los comentarios que el editor añade para insistir en la oportunidad de lo propuesto en el panfleto. El tono es igual de insidioso, pero adquiere rasgos propios de arenga previa a la batalla. Esto viene a confirmar el ambiente en las calles de Londres que se describe en el enlace nº 3. Continuamente insiste en el agravio al que España ha sometido a Gran Bretaña con la finalidad de despertar en los lectores el deseo de darle a España su merecido y arrebatarle lo que, parece deducirse de sus afirmaciones, nunca debió pertenecerle. El adjetivo "humillar" aplicado a España describe muy bien la actitud tanto del autor del panfleto como del que lo mandó publicar. Para interpretar en profundidad las referencias que hace a las relaciones internacionales del momento haría falta una formación histórica considerable. En parte porque dichas referencias están hechas para personas que viven en su misma época y no es necesario que el autor aclare con detalle a quién se refiere, con lo que el texto nos resulta a día de hoy difícil de interpretar, a no ser que se sea un experto en la Europa del siglo XVIII; y en parte porque, para justificar no ya el derecho, sino incluso el deber de hacerse con los virreinatos españoles, el autor se basa en conceptos jurídicos y de las relaciones internacionales, como luego explicaré cuando me refiera al estilo en que está escrito el documento.  Por eso, simplemente quiero resaltar el tonillo del panfleto, el tufillo que desprende, despectivo hacia España y lleno de soberbia y engreimiento.  

Los que hayáis leído la entrada del pasado 30 de abril sobre los exploradores españoles del siglo XVI, sabréis que España fue la nación que sacó de donde no había para sufragar el viaje de Colón y tuvo el coraje para adentrarse durante meses en pavorosos océanos desconocidos, que murieron muchísimos españoles para construir el Imperio, empleando para ello todos los medios de que disponía la Corona de Castilla. Los españoles arriesgaron vidas y haciendas. Y muchas se perdieron. Generaciones enteras de hombres se adentraron en unos peligros y sufrimientos terribles, carencias de todo tipo, naufragios... para levantar el Imperio. En la mayoría de las empresas de la época moría más de la mitad de los que participaban.

 Por este motivo encontramos un contraste tremendo y resulta sorprendente leer un documento en el que un señor inglés habla de los virreinatos como una presa, exponiendo con total impudicia la posición, riquezas, población... sólo y exclusivamente a los efectos de que Gran Bretaña mejore su posición comercial. Y considera que el comercio con los virreinatos, en los términos que le convienen a Inglaterra, es mejor, y que Gran Bretaña tiene pleno derecho a controlar los intercambios comerciales y a enriquecerse. El contraste resulta más intenso, y hasta grotesco, si se considera que Hispanoamérica fue rica mientras fue española, y a la música, universidades, iglesias y monumentos que han quedado me remito. La pobreza vino después, justo cuando cayó bajo la dependencia económica de los países de habla inglesa. Pero a este proceso se lo sigue llamando independencias, curiosamente.   

  A lo largo de 42 páginas se va desgranando qué plazas habría que ocupar, cuando y con cuántos hombres y navíos, dónde está la riqueza en los virreinatos hispanos, qué tipo de relación comercial hay entre ellos y de qué manera los británicos podrían hacerse con el control de dicho comercio de igual forma que un cazador describiría a su pieza.  

A lo largo del texto se hace referencia en varias ocasiones  al, en opinión del autor, mal gobierno de los españoles en los virreinatos. Todo ello para justificar que los ingleses tienen, según él, todo el derecho a ejercer el control sobre el Imperio español y a obtener mayores ganancias. Se presenta como una zona del mundo riquísima y pacífica, a fin de animar a los ingleses a intentar su conquista y convencerlos de que los riesgos son mínimos o inexistentes, y mucho lo que hay por ganar. 

 Hay una cuestión histórica a la que alude el autor y que quiero mencionar. En relación a la guerra de Sucesión de principios de siglo XVIII, considera que España debe estar agradecida a Gran Bretaña y tiene una gran deuda con ella porque gracias a su labor España tiene rey, además de que los ingleses gastaron muchos medios en apoyarla. La realidad es que España tendría rey de cualquier manera, o Borbón o Habsburgo, solo que los británicos se pusieron de parte del que mejor les venía a sus intereses. Y, encima, aprovecharon para quedarse con Gibraltar y con Menorca, sin entrar en detalles de otros aspectos. Gran Bretaña se estaba haciendo un favor a sí misma, no a España. Y gastó lo que consideró necesario, pero necesario en la defensa de sus intereses.


Por último quisiera añadir que si bien el documento es anónimo, se considera que su autor fue Henry Pulleyn, gobernador de las Bermudas. Esta información aparece en la presentación que se hace del libro en Amazon, y no he podido encontrar ningún otro sitio en internet que haga referencia a él. Dice exactamente:

El panfleto titulado "A Proposal for Humbling Spain, Written in 1711 by a Person of Distinction", fue escrito en 1711 (dos años antes de la firma del Tratado de Utrecht de 1713) y publicado 28 años después en Londres en 1739 (al inicio de la Guerra del Asiento, entre España y Gran Bretaña). Se atribuye su autoría a Henry Pulleyn, gobernador de las Bermudas, el cual, expone en este texto un detallado plan para ocupar militarmente Buenos Aires y otras plazas estratégicas a lo largo del Río de la Plata. Su objetivo era tomar el control de las materias primas necesarias para la extracción de metales preciosos en las minas de Potosí en Perú, así como la apertura de una nueva ruta comercial para la introducción de esclavos negros y manufacturas británicas, asegurándola con una colonia en Buenos Aires y usando a la ciudad como puerto franco para aprovisionar por entero a Sudamérica. Todo con el fin de abrir este rico mercado a Inglaterra a costa del monopolio español. "Una Propuesta para humillar a España" está considerado como el primer antecedente escrito de una larga y planeada política de injerencia británica en el Río de la Plata.


En cuanto al lenguaje usado, tanto la Propuesta propiamente dicha como los comentarios añadidos a continuación utilizan un estilo directo y llano, para que pueda ser comprendido y excitar el ánimo de cualquiera. A tal fin, proporciona conceptos propios de la política y la filosofía de la época para darle una base conceptual a sus pretensiones, pero expresados a grandes trazos. Hay que añadir que aparecen formas contraídas y un uso de comas que hoy día sería considerado incorrecto. La redacción parece reflejar un discurso hablado, de manera que en el texto predomina el valor imperativo, perlocutivo, más que la consideración teórica de conceptos que, como digo, se mencionan de manera superficial solo para justificar el supuesto mejor derecho de Gran Bretaña.


Desconozco si este panfleto, que se vendió a un chelín, tuvo amplia difusión o simplemente se hace eco del sentir general británico en aquel momento. Pero lo cierto es que, dos años después de su publicación, Vernon atacó Cartagena de Indias con la intención de apoderarse luego de toda Hispanoamérica, enviado por el Parlamento británico. Es decir, la intención fue la misma que la del panfleto, básicamente, aunque eligieron un punto de ataque distinto. Sin embargo, sesenta años años después sí que se intentó llevar a cabo lo que el panfleto planteaba, durante las invasiones inglesas del Río de la Plata.

Por último, solo decir que resulta sorprendente como actualmente, por mor de la leyenda negra, se presenta una imagen de la América Hispana como una zona pobre y atrasada, lo cual contrasta intensamente con el contenido de este documento, poco sospechoso de simpatizar con España y su Imperio, del cual se desprenden tanto la existencia de amplias redes comerciales en el Imperio como la prosperidad del mismo, que es justamente lo que despierta la codicia británica. En ese momento parece interesarles más a los británicos aprovechar lo ya construido por los españoles que crear ellos algo en América del norte, que apenas se menciona. De esta manera, el documento es un alegato involuntario a favor del papel histórico del Imperio español.

Espero que os hayan resultado interesantes todas estas reflexiones y datos. Gracias por leer las entradas. Hasta pronto. 

(Las referencias y enlaces son os mismos que los de la parte I de la entrada)


Enlaces y fuentes:

1. https://cayu.com.ar/wp-content/uploads/2011/07/A_proposal_for_humbling_Spain.pdf 

Este es el pdf en el que he leído el panfleto. Si ponéis en el buscador "A Proposal for Humbling Spain  pdf" aparece enseguida. Se trata de una copia que hay en la universidad de Oxford y que está disponible en google, en inglés. No he encontrado ninguna traducción al español que se pueda leer en internet, aunque el panfleto se puede comprar online en español en versión kindle. 

2. https://es.wikipedia.org/wiki/Invasiones_Inglesas En esta entrada de wikipedia, muy extensa y compleja, se cita el documento objeto de esta entrada.

3. https://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2016-11-26/guerra-del-asiento_1294411/ en este artículo se explica de forma sucinta la situación que había entre el Imperio español y Gran Bretaña en la época de la Guerra del Asiento, así como el ambiente en el pueblo inglés, manipulado por los políticos y los periódicos. A pesar del tono un poco cáustico que utiliza, resulta aclarador si se compara con el contenido de la Propuesta