Saludos de nuevo a todos los que leáis la entrada.
Como habréis visto en el título, voy a dedicar esta entrada a ingleses que de alguna manera estuvieron implicados en la Primera Guerra Carlista, que tuvo lugar entre los años 1833 y 1840.
Como muchos de vosotros sabréis, Fernando VII fue el monarca que reinó durante las primeras décadas del siglo XIX. Fueron tiempos muy agitados, primero la batalla de Trafalgar, luego la invasión de la península por Napoleón, la proclamación de la Constitución de 1812... Se sucedieron gobiernos liberales y absolutistas, se produjo también durante esas décadas el derrumbe de la mayor parte del Imperio español, con la separación de los virreinatos americanos, que se constituyeron en estados separados de la España peninsular... Como dije, tiempos muy revueltos. En medio de todo esto y algunos acontecimientos más que no cito por no complicar la entrada, el rey de España, para la década de 1830 se había casado ya tres veces y no había tenido descendencia. Se esperaba que si el monarca fallecía lo sucediera su hermano, Carlos María Isidro. Los partidarios del antiguo régimen, en vista de la falta de herederos, habían alimentado durante años la idea de que el hermano de Fernando VII, Carlos María Isidro, sería el próximo rey de España. Pero al fallecer su tercera esposa, el rey se volvió a casar, esta vez con una prima suya llamada María Cristina de Borbón, que pronto quedó embarazada.
Como recordaréis los que lo hayáis estudiado, había en España una ley llamada Ley Sálica, según la cual los varones tenían preeminencia a la hora de heredar el trono. Desde 1789 estaba elaborada la Pragmática Sanción que iba encaminada a derogar esta ley sálica que anteponía los varones a las mujeres, pero no había sido promulgada. En 1830 Fernando VII decide promulgarla, es decir, que entre en vigor, con lo que, al estar su mujer embarazada, daba igual que naciera niño o niña, Carlos María Isidro no tendría opción a reinar. Esto causó gran consternación entre sus partidarios. Llegaron incluso a intentar forzar a un enfermo Fernando VII a derogar la Pragmática Sanción en 1832, lo que consiguieron, pero solo hasta que el rey se recuperó, momento en el que se arrepintió y volvió a promulgar la Pragmática Sanción que permitía a las mujeres acceder al trono, sin preeminencia de los varones.
A raíz de la muerte del rey el 29 de septiembre de 1833, cuando su hija tenía tres años, en España se desata nuestra particular lucha entre el antiguo régimen y el régimen liberal, es decir, la Primera Guerra Carlista. De un lado están los partidarios de Carlos María Isidro, que quieren volver al régimen monárquico tradicional, por lo que son conocidos, aparte de como carlistas, también como tradicionalistas. Del otro lado, la regente María Cristina apoyada por políticos y generales liberales. Estos eran llamados isabelinos.
La facción isabelina fue apoyada por Francia y por Gran Bretaña. Esta última contribuyó a la causa con un unos 10.000 voluntarios que constituyeron la Legión Auxiliar británica, a cuyo frente estuvo George Lacy Evans. Los carlistas, por su parte, fueron apoyados por algún que otro voluntario, que no constituyeron una fuerza por sí mismos, si no que se integraron en las filas carlistas españolas.
El lema de los carlistas era "Dios, patria y rey". Luego se añadió "fueros". Según José Carlos, el autor de los audios de Memorias de un tambor (enlace nº 1), la cuestión foral no fue motivo causante de la guerra, como creen algunas personas, aunque sí determinó cómo y, sobre todo, dónde se iba a desarrollar la guerra. Como explica un invitado al audio citado, Javier Beramendi, el levantamiento carlista solo triunfó en Navarra y en las Provincias Vascongadas porque al tener un régimen especial, las juntas tradicionalistas (carlistas) en esas zonas no habían sido disueltas, aparte de que allí solo había efectivos del ejército en las áreas fronterizas. En el resto de España los voluntarios tradicionalistas sí que habían sido desarticulados durante los años anteriores.
En relación con los fueros, es interesante conocer la visión que algunos ingleses nos proporcionaron para entender las diferencias entre la mentalidad en la España de 1833 y la actual, concretamente en relación al tema de los fueros y los separatismos actuales. Uno de ellos fue un capitán de lanceros, que participó en el bando carlista. Se llamaba Charles Frederick Henningsen y escribió un libro, una vez acabada la guerra, en el que especifica que los soldados vascos y navarros no conocían el significado de la palabra fueros. Aparece explicado en el minuto 1.20 del audio citado, y es importante porque hoy día estos fueros son básicamente un régimen fiscal especial, con lo que muchas veces se pretende que ya en las guerras carlistas los vascos y navarros tenían como objetivo defender sus peculiaridades político-administrativas. Los carlistas luchaban por mantener la España tradicional, unida bajo la monarquía. Este inglés explica que los soldados siempre afirmaban pelear por Carlos V, que es como llamaban al pretendiente a la corona Carlos María Isidro, y no eran conscientes de los fueros como un privilegio a defender. Aunque las ideas liberales eran centralistas, los carlistas en esta primera guerra solo tenían en mente recuperar el absolutismo como forma de gobierno, y no defender sus peculiaridades frente a otras regiones de España, es decir, los fueros. El libro se llama The Most Striking Events of a Twelve Month's Campaign with Zumalacarregui in Navarre and the Basque Provinces, traducido como Zumalacárregui en campaña de 12 meses por las Provincias Vascongadas y Navarra. Este personaje inglés es bastante peculiar, no solo por que luchaba con los carlistas, defendiendo el absolutismo, sino también porque incluso llegó a mediar para que su país se mantuviera neutral, según la biografía que de él aparece en la página del Museo de Zumalacárregui, en el enlace nº 3. Su libro se considera la primera biografía del general carlista.
Se menciona a continuación en el audio a un comerciante inglés establecido en Bilbao, llamado Francisco Bacon, que expresa lo mismo en relación a los fueros. Este personaje aparece como cónsul británico en Bilbao, con el nombre de John Francis Bacon en la Wikipedia. He encontrado dos libros escritos por él. Uno de ellos se llama Historia de la revolución de las Provincias Vascongadas y Navarra. El otro, Six Years in Biscay, es decir, Seis años en Vizcaya. No he conseguido encontrar datos de él aparte de los que aparecen relacionados con el primero de los libros mencionados. Si escribes Francis Bacon en el buscador te aparece el Francis Bacon dos siglos anterior.
Otro inglés que tuvo un papel importante en la Primera Guerra Carlista fue un tal Lord Edward Grandville Eliot (escrito también con doble l, Elliot), que, junto con el coronel John Gurwood fue comisionado por el parlamento británico para mediar en los fusilamientos y el tratamiento que se estaba dando a los prisioneros en la guerra. 50 años antes hubiera sido inimaginable este ascendiente de Inglaterra sobre España. El resultado fue el conocido como Convenio Eliot, que constaba de nueve estipulaciones y que los generales de ambos bandos firmaron en abril de 1835. Podéis ver el Convenio en detalle en el enlace nº 4. La predisposición de ambos bandos fue buena, pero las circunstancias de la guerra, en particular la clase de guerra que llevaban a cabo los carlistas, tipo guerrilla, sin instalaciones fijas, hicieron que a los pocos meses se volviera otra vez a la situación primera, entre otras cosas por la imposibilidad andar llevando a los prisioneros de un sitio a otro.
Como vemos, son muchísimas las situaciones en que España o el mundo hispano y Gran Bretaña o el mundo anglo han tenido contacto, y de todo tipo. El siglo XIX fue para España devastador, mientras que el Imperio británico alcanzó su esplendor. Muchos personajes británicos que vinieron aquí por motivos varios contaron al mundo cómo era España, unos con más objetividad y otros, la mayoría, mediatizados por sus prejuicios negrolegendarios y por su nuevo papel de vencedores, alcanzado, por fin, tras siglos de enfrentamientos y ataques de todo tipo a España. Esta, además de haber sido invadida (Napoleón) y despedazada (separación de los virreinatos americanos), tuvo que soportar 3 guerras civiles. Para cuando quisimos recuperarnos, nuestra historia había sido escrita por otros, sin muchas consideraciones, por no decir ninguna. Ya no había un espléndido imperio que poner frente a las difamaciones para desmentirlas. Fue un aspecto del proceso que llevó a que los logros de la civilización hispana quedaran invisibilizados.
Espero que os haya gustado esta primera parte de "Ingleses en las Guerras Carlistas". Gracias por leer y hasta pronto.
Enlaces y fuentes:
- https://www.youtube.com/watch?v=KeGkNp2oxXs Este vídeo pertenece a la serie "Memorias de un tambor". Es el episodio dedicado a la Primera Guerra Carlista. Participa como invitado el experto en temas militares mencionado en la entrada, a partir del minuto 1.25.
- https://es.wikipedia.org/wiki/Pragm%C3%A1tica_Sanci%C3%B3n_de_1830. En este enlace tenéis información sobre la Pragmática Sanción.
- https://www.zumalakarregimuseoa.eus/es/actividades/investigacion-y-documentacion/historia-del-siglo-xix-en-el-pais-vasco/biografias/charles-frederick-henningsen-1815-1877 Enlace del museo de Zumalacárregui. Tiene, entre otras muchas cosas, una sección de ilustraciones hechas por británicos en la Primera Guerra Carlista.
- https://es.wikipedia.org/wiki/Convenio_Lord_Eliot#Fuentes_citadas Convenio Eliot.
- https://es.wikipedia.org/wiki/Guerras_carlistas