Saludos a todos los lectores de esta entrada.
Con motivo de la celebración del día del libro el pasado 23 de abril voy a publicar esta entrada en la que escribiré sobre un libro cuyo autor es Charles F. Lummis, estadounidense nacido a mediados del siglo XIX, hombre con una curiosa biografía que trataré en otra entrada.
El título del libro es Exploradores españoles del siglo XVI. Vindicación de la acción colonizadora española en América. No es la palabra vindicación excesivamente frecuente en español; el verbo relacionado con ella, "vindicar", significa vengar, defender, especialmente por escrito, a quien se halla injuriado, calumniado o injustamente notado. También puede significar recuperar lo que le pertenece a una persona.
Y, efectivamente, defender a España y su Imperio es lo que hace el autor del libro, detallando los hechos que acontecieron en la conquista de América por los españoles, comparando estos hechos con acontecimientos históricos similares, normalmente posteriores, comparando cifras, dificultades y circunstancias. Para Lummis, del resultado de esa comparación España suele salir siempre ganando. Nos encontramos expresiones como "Ninguna otra nación dio jamás a luz cien Stanleys y cuatro Julios Césares en un siglo". Por Stanleys se refiere Lummis a los distintos exploradores, y por césares, a Pizarro, Cortés, Valdivia y Quesada, como aclara a continuación. Esta cita aparece concretamente en la página 76 de la edición que yo he leído, indicada abajo. La comparación se hace, sobre todo, con el Reino Unido y con EEUU y, en menor medida, con alguna otra potencia europea.
Otras expresiones que usa para describir la acción española en América son "sobrehumanas proezas", "heroicidad brillante", ambas en la página 150. En la segunda parte, en relación con los mitos como El Dorado o el lago Parime, dice Lummis:
Ningún otro (mito) puso a prueba el esfuerzo humano de un modo tan pasmoso, y ninguno ilustró con tanta brillantez la incomparable tenacidad y la abnegación inherentes al carácter español. Para la mayoría de nosotros es una verdadera y comprobada lección, que esa nación meridional, más impulsiva e impetuosa que las del norte, es también más paciente y más sufrida. pág 200
He utilizado estos ejemplos, pero hay bastantes más a lo largo del libro. Destaca también Lummis con admiración no disimulada la capacidad de sufrimiento de los exploradores, conquistadores y misioneros españoles frente a todo tipo de circunstancias: condiciones atmosféricas extremas, sed; en algunos casos, ser sometidos durante años a esclavitud por parte de los indios, carencia de ropa, heridas, enfermedades, hambre. Pero lo que más me llama la atención de su relato es la cantidad de hombres que morían en cada expedición. Unos en acciones bélicas, otros despeñados, otros por naufragios, otros de sed o hambre, otros de los que no se volvió a saber jamás. A todo esto hay que añadir la abnegada entrega de las vidas de los misioneros, algunos muy formados, otros menos, pero todos generosos y dispuestos a dar su vida.
El libro está dividido en tres partes. La primera se llama "Tierras ignotas", y trata de los descubrimientos de finales de siglo XV y del XVI y sus protagonistas. La segunda parte está dedicada a diversos exploradores y conquistadores, se titula "Los primeros caminantes en América". De esta segunda parte es especialmente épico el relato de la toma de Acoma, un islote de roca inexpugnable en medio del desierto en lo que hoy día es territorio de EEUU. Es impresionante el relato de los diversos acontecimientos relacionados con los misioneros.
La tercera parte está enteramente dedicada a Pizarro, conquistador del Perú y fundador de Lima, a quien Lummis profesa especial admiración por ser un hombre sin formación que alcanzó las más altas cotas de la sociedad del momento, porque supo conquistar primero y gobernar después, por su capacidad como estratega y su nobleza de carácter.
El libro es interesante por la cantidad de datos que aporta y porque no es frecuente leer un texto en esos términos sobre España y los españoles. No es, desde luego, lo que esperas escuchar de un norteamericano de finales del XIX. Por eso es sorprendente. Según Lummis, lo mismo que en su tiempo los EEUU eran una tierra de oportunidad, también lo fue América para los españoles en el siglo XVI, de manera que, frente a la sociedad medieval, aparece la posibilidad de ascender socialmente por méritos independientemente del nacimiento, como en el caso de Pizarro, nacido fuera del matrimonio, porquero de joven, y toda su vida analfabeto, aunque gran conquistador y administrador. Lummis lo considera el nacimiento de la libertad:
Cuando España halló de repente nuevas tierras allende los mares, causó el hecho un despertar de la humanidad como no se había visto ni volverá a verse nunca. Se halló, literalmente hablando, un nuevo mundo, y con ello se creó casi una nueva gente. No solo se aprovecharon de tan maravillosa novedad los grandes hombres y los de preclaro ingenio; el más pobre e ignorante podía entonces elevarse y crecer hasta desarrollar toda la estatura del hombre que dentro de él había. Fue, en realidad, el gran principio de la libertad del hombre; la primera apertura de la puerta de la igualdad; la primera semilla de las naciones libres como la nuestra. El Viejo Mundo era el campo de los ricos y los favorecidos, pero América era ya lo que tiene el orgullo de ser hoy: la gran oportunidad para el pobre. pág. 206
Es encomiable que Lummis no quiera juzgar a los hombres de épocas anteriores, ni españoles ni ingleses o americanos. Demuestra que tiene un concepto claro de que no puedes juzgar con criterios de tu tiempo los hechos de otros tiempos.
En cuanto a aspectos negativos de la edición, bastantes erratas y alguna que otra idea y expresión que hoy nos resultan ajenas, como el uso del adjetivo "viril" y el de ciertas expresiones un poco raras que quizás se pueda achacar al traductor.
Hay también alguna que otra cosa curiosa, como estas líneas de claras reminiscencias cervantinas, porque algo similar dijo Cervantes de la batalla de Lepanto:
"Las verdaderas penalidades y peligros; la verdadera exploración y conquista de las Américas, comenzaron con la década de 1510 a 1520: principio de una centuria de exploraciones y de conquistas tales como jamás vio el mundo antes, ni ha vuelto a ver después."
pág. 75
Una expresión parecida también aparece en una cita anterior, la de la página 206.
En el prefacio, justo al principio, de manera elegante y concisa, Lummis expone la esencia de su libro, que, a su vez, resume lo que viene siendo la leyenda negra:
Porque creo que todo joven sajón-americano ama la justicia y admira el heroísmo tanto como yo, me he decidido a escribir este libro. La razón de que no hayamos hecho justicia a los exploradores españoles es sencillamente porque hemos sido mal informados. Su historia no tiene paralelo; pero nuestros libros de texto no han reconocido esa verdad, si bien ahora ya no se atreven a disputarla.
Con estas bellas frases termino la entrada. Es una pena que los conceptos de la población estén formados por leyendas y fábulas y no por la verdad, como hubiera querido Lummis.
Espero que os haya gustado. Gracias por leer y hasta pronto.
Bibliografía:
Lummis, C. F. (2017, 1915) : Exploradores españoles del siglo XVI. Vindicación de la acción colonizadora española en América. Madrid, Edaf.
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