lunes, 6 de febrero de 2017

El CID EN NUEVA YORK

Archer Milton Huntington

Archer Milton Huntington, fundador de la “Hispanic Society of America”

 En 1870 nació Archer Milton Huntington, hijo adoptivo del multimillonario Collins Potter Huntington. Ya de pequeño Archer  jugaba a montar museos con cajas en las que pegaba fotos de revistas. Unido a esto,
“en sus viajes siendo adolescente a Europa se enamoró de la cultura hispana. Un viaje a México en 1889 tuvo un profundo efecto en él, y se propuso crear un museo dedicado a la cultura hispana”.
 (De los documentos que se elaboraron en la celebración del centenario de la Sociedad Hispánica de América en 2004).

Os voy a hacer un resumen de lo que es la Sociedad Hispánica de América y de la vida de Archer Milton Huntington. Más adelante ampliaré en otras entradas algunos aspectos de la vida de este filántropo norteamericano. 

La Sociedad Hispánica fue creada en 1904 con el objetivo de “promover el estudio de las tradiciones artísticas y culturales de España y Portugal y sus áreas de influencia en las Américas y en todo el mundo”. 

Cuenta con un museo, una biblioteca de investigación y el seminario de estudios hispánicos medievales (Hispanic Seminary of Medieval Studies), que es considerado como una de las más prestigiosas editoriales en su campo. Para que os hagáis una idea, la biblioteca contiene más de 15.000 libros impresos antes de 1701, de los cuales hay nada menos que 250 incunables (libros impresos en el siglo XVI) y una primera edición de El Quijote. Tiene también infinidad de impresos rarísimos. Entre los manuscritos se encuentra el primer Fuero Real de Castilla, el de Aguilar de Campoo (Palencia).  La entrada al museo es gratuita.

Está situada en Manhattan, pero en una zona poco turística, hay que desplazarse allí expresamente. La sala principal del museo está decorada con catorce cuadros de Joaquín Sorolla. Estos cuadros fueron pintados de 1912 a 1919. En total, el conjunto de lienzos que pintó Sorolla para la Sociedad Hispánica suma 70 metros de largo por 3,5 de alto. 


Esta preciosidad de cuadro se llama “Elche. El palmeral”, y es uno de los 14 que decoran la sala “Sorolla” de la Sociedad Hispánica:


Elche, El Palmeral
Elche, El Palmeral
Ojo, desde enero de 2017 hasta otoño de 2019 la Sociedad Hispánica permanecerá cerrada por reformas, solo estará abierta para investigadores, previa petición, por si alguien va a viajar a Nueva York y se plantea visitarla.
Respecto a la vida de Archer Milton Huntington, como ya os dije, le empezó fascinar la cultura hispana desde pequeño. En una ocasión, un amigo de su padre,  Morris Jessup, Director del Museo Americano de Historia Natural, intentó disuadir al joven Archer de estudiar una civilización que había “pasado y estaba muerta”. Pero la defensa apasionada  que Huntington hizo del mundo hispano y los razonamientos que expuso tuvieron el efecto contrario, puesto que, a raíz de este episodio, su padre se decidió a apoyarlo plenamente en sus proyectos y a darle vía libre.


Cuando su padre murió y él heredó su inmensa fortuna, estuvo un año estudiando árabe y castellano antes de viajar a España. Desembarcó en La Coruña procedente de Cuba, estuvo viajando por España y adquirió todo tipo de objetos de arte y libros, con los que más tarde creó el museo y la biblioteca, para dar a conocer y estudiar la cultura hispana. No solo escribió libros de anécdotas, tomó notas y se empapó de la cultura hispana, para plasmarlo luego en las instituciones que creó y en sus propias residencias. Además, escribió poesía en español, financió excavaciones arqueológicas en España…
                                                                        

Huntington en Galicia

No sentó muy bien entre los intelectuales españoles que el Marqués de Jerez de los Caballeros le vendiera su biblioteca a Huntington. Estaba considerada como la mejor colección del mundo de literatura en castellano en aquel momento. Pero, por una parte, Huntington mostraba tal respeto, y conocimiento del arte y las letras españolas que fue dejando admirado a todo el que lo trató e hizo que empezaran a verlo con otra perspectiva. Por otra parte, el tenía la fortuna y las instalaciones necesarias para garantizar el mantenimiento de la colección y que esta no fuera dividida.  Los hijos del Marqués no compartían la pasión de su padre por los libros y, a la muerte del marqués, el futuro de su biblioteca hubiera sido incierto.

Por lo que se refiere a Sorolla,  se conocieron en Londres, y el norteamericano le propuso que hiciera una exposición en su institución. Esta tuvo lugar en 1909, con gran éxito.  En 1911 coincidieron en París y Huntington le encargó la decoración de lo que, en principio, iba a ser la biblioteca de la Sociedad Hispánica. 



Desde el año 1924 la Sociedad Hispánica concede la medalla “Sorolla” a distintas personalidades. Se trata de un premio honorífico.

Lo que a mí me fascina de este hombre es su independencia y su integridad. Fue capaz de amar su propio país y de amar en la misma medida otro país que no era el suyo, con la dificultad añadida de que desarrolló su admiración y pasión por lo hispano justo 6 años después de que España y EEUU estuvieran en guerra, de modo que el ambiente en EEUU no era nada favorable a España. EEUU había estado también en guerra  con México unos 60 años antes. No se trataba tampoco de un bohemio o un rebelde, enamorado de lo hispano por tal de llevar la contraria o llamar la atención. Pertenecía a la clase dominante norteamericana, estaba destinado a ser un gran magnate, y escogió libremente dedicar su vida y su fortuna a la cultura, en especial pero no únicamente, a la cultura hispana.

 En conclusión, todos podemos hoy alegrarnos de que haya una colección magnífica de arte y cultura hispana  en una de las ciudades más importantes del mundo, que, además, está disponible para los investigadores y tiene el respaldo de la fortuna que Huntington dejó.

 Ah, ¡se me olvidaba! En los terrenos que rodean la Sociedad Hispánica, Huntington dispuso que hubiera una estatua ecuestre del Cid Campeador, que realizó la que luego sería su segunda esposa, Anna Hyatt Vaughn, que era  escultora. Por su parte, Huntington había traducido el “Poema de mío Cid” al inglés.


El Cid, 1927 Hispanic Society of America, Audubon Terrace, N.Y.C.


No somos conscientes de la influencia que sigue teniendo lo hispano y España en el mundo, a veces a pesar de nosotros. Y es que si el mundo fuera una tarta de tres chocolates, lo hispano sería el chocolate de en medio…


Fuentes consultadas:

  • Imágenes:
  1.  "Archer Milton Huntington", fuente: http://bit.ly/2kw1odI
  2.  "Elche, El Palmeral", fuente: http://bit.ly/2kCJnNf
  3.  "Hantington en Galicia", fuente: http://bit.ly/2kvVo4s
  4.  "El Cid, 1927 Hispanic Society of America, Audubon Terrace, N.Y.C.", fuente: http://bit.ly/2lcufD3
  • Enlaces:
  1. Sociedad Hispánica de América: http://bit.ly/2kCQXr1
  2.  En este enlace podéis leer sobre el desembarco de Huntington en La Coruña cuando tenía 22 años: http://bit.ly/2kw617C
  3. Para saber sobre la compra de la biblioteca del Marqués de Jerez de los Caballeros:

  4. Sobre el Centenario de la Sociedad Hispánica en2004: http://bit.ly/2lceVpG
     
  5. Información interesante también en: http://bit.ly/2jRmrWa

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