domingo, 23 de abril de 2017

Curiosidad del mes de abril, 2017. Tomando, ora la espada, ora la pluma

Esto es lo que hicieron exactamente Inglaterra y España a principios del siglo XVI. Llevábamos ambas naciones tomando la espada varios siglos;  acababa de tener lugar la Armada española (1588) y la Contra Armada inglesa (1589).  Pero, en España,
muere Felipe II en 1598, y en Inglaterra, Isabel I muere en 1603. Sube al trono inglés Jacobo I, que tiene voluntad de paz con España,  y voluntad de buena relación con los católicos en Inglaterra.

En el número 74 de la revista “Muy Historia”, que es un monográfico dedicado al mundo de Cervantes, encontré un artículo curioso que se llama Y Shakespeare encontró a Don Miguel, en el que se analiza la posibilidad de que Cervantes y Shakespeare se hubieran llegado a conocer. A continuación expongo lo que el artículo plantea y la información que proporciona, y mi opinión al respecto.


En 1604, una legación española viaja a Londres para firmar la paz. Se alojan en “Somerset House”, en Londres. Por orden del rey, son atendidos por actores, entre los que está incluido Shakespeare. 

Somerset House (Londres)

Al año siguiente, en mayo de 1605, una embajada inglesa viaja a España, a Valladolid, para culminar las negociaciones de paz. Allí está Miguel de Cervantes, y es él el encargado de redactar una crónica de las actividades que se llevan a cabo. Entre esas actividades figura una especie de pasacalles que incluye a Don Quijote y a Sancho… La novela había sido publicada en enero de ese mismo año y había obtenido un éxito inmediato.

En vista de estos datos, el erudito Luís Astrana Marín  planteó la posibilidad de que ambos literatos se hubieran conocido, y a partir de ahí se inició a mediados de siglo XX una auténtica fiebre de búsqueda de coincidencias entre ambos. Esta búsqueda tuvo frutos concretos: Encuentro en Valladolid (Anthony Burguess), que es un cuento y representación teatral radiofónica y  la película de 2007 Miguel y William.

El profesor Zenón Luis Martínez plantea dos preguntas muy interesantes. Una de ellas se refiere a si hubieran compartido su visión del mundo. Este profesor piensa que no. Yo me imagino que no solo por sus distintas personalidades, sino también por diferencias culturales. Pero creo que hubieran tenido conversaciones realmente interesantes, como personas inteligentes  y profundamente  conocedoras llenas del alma humana que eran.

La otra pregunta, y su respuesta, es: “¿En qué lengua habrían hablado? Ninguno conocía la del otro y tampoco tendrían noticias mutuas sobre sus respectivas obras”. Yo pienso que quizá en latín, o en castellano. Siempre siguiendo con el mismo artículo, se dice que en Inglaterra existían traducciones de “La Celestina”  y de “Cárcel de amor”,  en tiempos de Shakespeare,  y había una gran admiración por la cultura española.  Algunos de los colaboradores de Shakespeare leían en español.  En mi opinión, no sería ningún  disparate especular con la idea de que se mantuvieran conversaciones en castellano en esas reuniones,  dada nuestra gran producción intelectual y literaria durante el Siglo de Oro así como el peso  político de España en aquel momento.

Posiblemente los primeros ejemplares de “El Quijote” llegaran a Inglaterra en el equipaje de esa embajada que viajó a España en 1605, si bien la primera traducción al inglés por parte de Thomas Shelton apareció en 1612. Llevó el título de The History of the Valorous and Witty Knight-Errant, Don Quixote of the Mancha. En los últimos años, estudiosos de peso han reconocido la  influencia de Cervantes en Shakespeare, en particular, en relación a la Historia de Cardenio, y El curioso impertinente. La primera apareció reflejada en una obra de teatro de Shakespeare que luego se perdió en un incendio. La segunda sirvió de inspiración para Cimbelino y El Cuento de Invierno. Sin embargo, las primeras traducciones de obras de Shakespeare llegaron a España a finales del siglo XVIII. Es decir, que Cervantes parece ser que influyó en Shakespeare, pero no al contrario.

En el artículo se saca en conclusión que es posible que Cervantes y Shakespeare coincidieran en la misma ciudad, o incluso que estuvieran juntos en la misma sala, y hasta se saludaran,  pero deja en el aire la pregunta de si se llegaron a conocer y llegaron a saber de su mutua genialidad.

La verdad es que empiezas a pensar en esto y ves  que lo lógico es que entre los integrantes de las respectivas comitivas inglesa y española, lo normal es que se hiciera mención de las habilidades literarias o de cualquier otro tipo, incluso que organizaran alguna clase de fiesta o de representación…y hay posibilidades muy diversas.

Voy a terminar transcribiendo unos versos de Góngora que aparecen al principio del artículo. Empieza aludiendo al nacimiento del príncipe don Felipe.  La intención de Góngora fue la de ridiculizar este “evento, que hoy apenas se recuerda, pero que en 1605 causó sensación”.

Parió la Reina, el luterano vino
Con seiscientos herejes y herejías;
Gastamos un millón en quince días
En darle joyas, hospedaje y vino (…)
Quedamos pobres, fue Lutero rico;
 mandáronse escribir estas hazañas
a Don Quijote, a Sancho y su jumento.

¡Espero que os haya resultado interesante esta nueva muestra de la mezcolanza de lo hispano y la angloparlante en el mundo!





Fuentes consultadas:

  • Imágenes:
  1.  "Somerset House (Londres)", fuente: http://bit.ly/2pqNeQd 

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