Hola a todos los que entráis al
blog. En esta ocasión voy a escribir sobre un marino español, Francisco de Cuéllar, avezado en todo tipo de batallas, que
participó en
la Armada y naufragó, de vuelta a España, en las costas de Irlanda.
la Armada y naufragó, de vuelta a España, en las costas de Irlanda.
Francisco de Cuéllar era capitán
de barco y, junto con otros
supervivientes del naufragio que se le fueron uniendo, pasaron por un montón de
penalidades y situaciones dificilísimas,
como ver a cientos de compañeros de viaje muertos en las playas tras el
naufragio, ser apaleados y despojados de todo lo que llevaban por grupos de
irlandeses pobrísimos que los dejaron en cueros, ateridos de frío y sin
saber a dónde ir…
A pesar de las experiencias que tuvo tras el
naufragio, Francisco de Cuéllar describe a los irlandeses como hospitalarios.
Un herrero quiso incluso esclavizarlo. En aquel momento los irlandeses no
parecían estar muy avanzados, los llama salvajes en varias ocasiones. Y estaban, además, sometidos por Inglaterra.
Fueron finalmente acogidos por un
señor irlandés, Brian O’Rourke, que no
debía ser muy anglófilo. En noviembre se desplazaron a otra zona en donde
mandaba un tal MacClancy. Poco después tuvieron noticia de que un pequeño ejército
inglés de mil setecientos hombres se
acercaba para atacarlos. Los irlandeses se refugiaron en zonas de bosques
impenetrables de aquella comarca, pero un grupo de 9 españoles se prepararon
para defender el torreón donde se estaban, que se encontraba en una especie de
islote en un lago. De Cuéllar observó que no era posible usar artillería contra
ellos y basó su estrategia en eso. Este enfrentamiento se conoce como “el sitio de Rosclogher”. Durante diecisiete días estuvieron resistiendo, hasta
que finalmente, el tiempo lluvioso hizo que los ingleses desistieran porque corrían ríos de agua y
barro que desbarató sus posiciones. Curiosamente, en este caso, como en el de
la Armada en general, el tiempo atmosférico tuvo una relevancia grande. Al ver
el jefe irlandés, a su vuelta, el nivel militar que gastaban aquellos
extranjeros quiso que Francisco de Cuéllar se casara con su hija. Pero nuestro
héroe estaba deseando volver a tierras amigas y se escapó como pudo. Estuvo por
Escocia y, finalmente, llegó a Flandes, pero frente a sus costas, ¡volvió a
vivir otro naufragio! Y lo más impresionante es que no sabía nadar. En los años
que siguieron participó en un montón de hechos bélicos en distintos lugares. No
se sabe dónde y cuándo nació y murió. Verdaderamente
la vida de este hombre daría para varias películas, o para una buena serie. Yo
los he resumido y, como siempre, os dejo al final algunos sitios en donde podéis
leer más, pero hay muchos otros.
Se conocen muchos datos de estos
acontecimientos porque De Cuéllar los escribió en una carta. Aquí podéis
leerla:
http://hispanismo.org/historiografia-y-bibliografia/1687-carta-del-capitan-don-francisco-de-cuellar.html
Hoy día se puede seguir en Irlanda la ruta que siguió. Hay señalizaciones que indican: De Cuéllar Trail o” Ruta de De Cuéllar”.
Hoy día se puede seguir en Irlanda la ruta que siguió. Hay señalizaciones que indican: De Cuéllar Trail o” Ruta de De Cuéllar”.
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| Fuente: http://bit.ly/2qxAd8k |
Me he topado con los nombres de dos novelas sobre Francisco de Cuéllar:” La colina de las
piedras blancas”, de José Luis Gil Soto
y “El Náufrago de la Gran Armada”,
de Fernando Martínez Laínez.
En este blog cuenta Miguel García Vega las peripecias de
Francisco de Cuéllar con mucha gracia:
Por Miquel Silvestre: (La segunda dirección es un vídeo
de su recorrido en moto por los lugares relacionados con los naufragios de la
Armada en costas irlandesas)
En el Blog de El Confidencial de Álvaro Van Den Brule podéis
leer en detalle las cosas que hizo De Cuéllar en Irlanda (es una versión un
poco distinta de las anteriores, pero el contenido es casi el mismo):
Sobre la aparición de cientos de cruces en la arena de la playa de Irlanda donde
se produjo el naufragio, con ocasión del 427 aniversario de éste, en 2015:
Aquí se describen los lugares en la costa donde hubo
naufragios:
¡Hasta pronto!
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