En 1873 se inicia la Primera República Española. Solo duró un año, aproximadamente. Era una época en la que ideas novedosas, como el anarquismo y el socialismo, estaban en auge en la sociedad europea. En este contexto, ocurrió algo curioso. Siendo presidente de la República Francisco Pi y Margall, estalla una rebelión por parte de la facción más extremista de los partidarios del federalismo. Esta rebelión se conoce como "Rebelión cantonal". Cartagena, dentro del Cantón de Murcia, solicita a EEUU pasar a ser uno de sus estados, mientras alguien en Galicia propone pertenecer a Gran Bretaña.
El 12 de julio de 1873 comenzó la insurrección en Cartagena. Consiguieron hacerse con varios buques de la Armada española. Además, Cartagena tenía buenas defensas. Intentaron extender la rebelión, tanto a Madrid como a toda la zona de costa mediterránea, aprovechando las fuerzas navales de que disponían. Pero después de varios enfrentamientos con las fuerzas centralistas, poco a poco el Cantón de Cartagena fue perdiendo fuelle. Aparte de que les faltaban recursos, el gobierno central declaró piratas a los barcos que llevaran la bandera roja del cantón. Uno de ellos fue apresado por un navío alemán. Esto trajo una serie de problemas que hicieron que Cartagena se quedara aislada en sus pretensiones.
En esta ilustración tan graciosa se ve a Pi y Margall (con gorro frigio rojo) rodeado de las distintas federaciones españolas que, como niños caprichosos e incontrolables, hace cada una de su capa un sayo. Merece la pena fijarse en los detalles de los letreros. El que señala la pizarra con el puntero supongo que es Castelar.
Pi y Margall se ve desbordado por el federalismo, representado en figuras infantiles ataviadas con los distintos trajes regionales.
Cuando Emilio Castelar es elegido el 7 de septiembre como Presidente del Poder Ejecutivo la revolución cantonal se ha extinguido, con la excepción de Cartagena. Pero Castelar queda muy impresionado por el caos que esta rebelión ha causado en España. Tiempo después describirá así sus impresiones, en las que subrayo y resalto lo que se refiere a Galicia:
"Hubo días de aquel verano en que creíamos completamente disuelta nuestra España. La idea de la legalidad se había perdido en tales términos que un empleado cualquiera de Guerra87 asumía todos los poderes y lo notificaba a las Cortes, y los encargados de dar y cumplir las leyes desacatábanlas sublevándose o tañendo arrebato contra la legalidad. No se trataba allí, como en otras ocasiones, de sustituir un Ministerio existente ni una forma de Gobierno a la forma admitida; tratábase de dividir en mil porciones nuestra patria, semejantes a las que siguieron a la caída del califato de Córdoba. De provincias llegaban las ideas más extrañas y los principios más descabellados. Unos decían que iban a resucitar la antigua corona de Aragón, como si las fórmulas del Derecho moderno fueran conjuros de la Edad Media. Otros decían que iban a constituir una Galicia independiente bajo el protectorado de Inglaterra. Jaén se apercibía a una guerra con Granada. Salamanca temblaba por la clausura de su gloriosa universidad y el eclipse de su predominio científico [...] La sublevación vino contra el más federal de todos los Ministerios posibles, y en el momento mismo en que la Asamblea trazaba un proyecto de Constitución, cuyos mayores defectos provenían de la falta de tiempo en la Comisión y de la sobra de impaciencia en el Gobierno."
( de la fuente número 1)
El 16 de diciembre de 1873 el Cantón de Cartagena solicita al presidente de EEUU, Ulysses S. Grant, izar la bandera norteamericana, pensando que, de esta forma, podrían evitar el bombardeo por parte de las fuerzas centralistas. La carta se la hacen llegar al presidente a través de Daniel E. Sickles, embajador estadounidense en España que había perdido una pierna en la guerra de Secesión norteamericana, en la batalla de Gettysburg. Antes de que el Congreso norteamericano llegara a tratar la cuestión, ya estaban los líderes del conocido como Cantón de Cartagena camino de Argelia en uno de los buques de que disponían, en dirección al exilio. De haber tenido EEUU la oportunidad de aceptar a Cartagena como nuevo estado, no sabemos las consecuencias que esto hubiera tenido, tanto entonces (una posible guerra en suelo español) como en la actualidad. Quizás hubiera dado para muchas entradas de este blog de relaciones entre el mundo hispano y angloparlante.
Fuentes:
- https://es.wikipedia.org/wiki/Rebeli%C3%B3n_cantonal
- Revista "historia de Iberia vieja". Nº 148. "Las "otras" independencias". Alberto de Frutos
- https://es.wikipedia.org/wiki/Cant%C3%B3n_de_Cartagena
- https://espanafascinante.com/leyenda-de-espana/leyendas-de-murcia/el-canton-de-cartagena-del-caos-al-absurdo/
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